La teoría del ego (y lo local) funciona y tenemos otra prueba de ello con esta campaña. El resumen de la acción es este: un gimnasio regala camisetas de merchandising a sus usuarios, un objeto promocional nada original de no ser porque no era una camiseta "normal". Todas tenían estampado el clásico "I love" con el logo de la cadena de gimnasios Friskis & Svettis + una población de la provincia de Estocolmo (STHLM) ¡Cómo nos gusta decir dónde estamos y cuánto mola nuestra ciudad!, y con la particularidad de que el mensaje estaba impreso del revés para que cuando los usuarios del gimnasio se autofotografiaran delante del espejo con ella pudiera leerse el mensaje. ¿El resultado? En pocas semanas las redes sociales se llenaron de selfies (o autofotos) que no eran otra cosa que foto-anuncios (cuyo soporte, no olvidemos, eran cuerpos de hombres y mujeres que se cuidan...) que incluían hashtags estratégicos para la marca. Acción barata y efectiva...
La campaña es obra de la agencia Volt.
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