domingo, 22 de diciembre de 2013

No a los clones, ¡viva la diferencia!

Mi padre tiene una huerta y por suerte estoy habituada desde siempre a toparme con frutas y hortalizas curiosas. De niña, recuerdo que mis hermanos y yo llegamos incluso a coger cariño a alguna patata con forma de patito... La naturaleza es así de caprichosa, pero si la única fruta que conoces es la que compras en el supermercado seguramente estés más acostumbrado a las manzanas monocromáticas (yo creo que hasta se podrían pedir por número de Pantone más que por marca o precio), las naranjas de idéntico diámetro o las fresas preciosas pero sin sabor. Para demostrarnos la belleza de lo heterogéneo frente a la monotonía del standard comercial el fotógrafo Uli Westphal se ha dedicado a tomar imágenes de todas esas frutas y verduras que se salen del patrón. Hoy todas esas fotos forman parte de la colección Mutato Project y puedes comprarlas para decorar tus paredes y reivindicar la belleza de lo anómalo. Por cierto, si alguien abre un Facebook dedicado a la berenjena con forma de "Me gusta" de Facebook seré la primera en hacerse fan. I love it!

La belleza de la simplicidad

Simplicidad, esa es la palabra que define la obra del fotógrafo húngaro Akos Major. Lo cierto es que muchas de sus fotos consiguen transmitirme una paz, serenidad y relax que me parece podrían servir como terapia en muchas salas de espera frías donde quienes aguardan están nerviosos o preocupados. Si hoy has tenido un día de stress, mira sus fotos y disfruta de la armoniosa calma...

El ego como estrategia

La teoría del ego (y lo local) funciona y tenemos otra prueba de ello con esta campaña. El resumen de la acción es este: un gimnasio regala camisetas de merchandising a sus usuarios, un objeto promocional nada original de no ser porque no era una camiseta "normal". Todas tenían estampado el clásico "I love" con el logo de la cadena de gimnasios Friskis & Svettis + una población de la provincia de Estocolmo (STHLM) ¡Cómo nos gusta decir dónde estamos y cuánto mola nuestra ciudad!, y con la particularidad de que el mensaje estaba impreso del revés para que cuando los usuarios del gimnasio se autofotografiaran delante del espejo con ella pudiera leerse el mensaje. ¿El resultado? En pocas semanas las redes sociales se llenaron de selfies (o autofotos) que no eran otra cosa que foto-anuncios (cuyo soporte, no olvidemos, eran cuerpos de hombres y mujeres que se cuidan...) que incluían hashtags estratégicos para la marca. Acción barata y efectiva... La campaña es obra de la agencia Volt.